domingo, 22 de julio de 2012

APOSTAR POR EL SILENCIO



Hoy el silencio me despertó de madrugada.
Su luz me ha hecho levantarme con prontitud.

Ayer nuevamente nos encontramos 
en el silencio.
No me canso de dar gracias.

Gracias por la aportación de cada uno.
Cada vez experimento con más fuerza que el silencio del grupo enriquece mi silencio.
Siempre es una nueva oportunidad, un regalo de “algo” inesperado.

Quisiera motivaros con estas letras a APOSTAR POR EL SILENCIO.
No como fin, sino como medio que nos acerca a la Fuente.
Quien se acerca al silencio sin sed… se siente defraudado.
Abandonará pronto.
El silencio es para buscadores de Tesoros escondidos.
Nunca un tesoro estuvo expuesto en la superficie.
Nadie encontró la fortuna sin moverse, sin apostar, sin abandonar lo conocido.
Los que caminaron durante días, meses y años por rutas desconocidas,
áridas estepas, escarpadas montañas, desiertos desolados, noches y lunas…
descubrieron un sabor del alma que no se adquiere con dinero o con poder alguno.
Se lo regaló el camino y el caminar.
Porque tuvieron sed, apostaron, porque apostaron perseveraron en la senda,
porque perseveraron encontraron.
“Quien busca, encuentra”.

Os animo a la perseverancia en el silencio.
No como fin, sino como medio para introducirnos en una mayor plenitud.
Quien se acerca al silencio sin insatisfacción… no permanece en él por mucho tiempo.
A la primera dificultad desertará del intento.
Pero quien siente la insatisfacción de la palabra vacía, de la vida superficial, de un cristianismo a medias…
el silencio le pondrá en la ruta hacia lo infinito.
Abrirá la puerta a sentidos diferentes,
alumbrará espacios no transitados,
caldeará el corazón por contacto con el Fuego interior.

Apostar es aventurarse con pasión y perseverancia en algo concreto.
¿Qué estoy invirtiendo? ¿Por dónde voy caminando?
¿Tengo claro hacia donde me encamino?


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